Escucho en las noticias la frase "Crímenes de Guerra",  que dispara directamente a mi mente donde queda atrapada mientras se va desangrando.

Si la Guerra  es el mayor atentado que puede haber contra la humanidad, ¿no es ya un crimen en si misma? o ¿será que en la Guerra hay muertes prohibidas y muertes permitidas?.

¿Cómo escoger que vida vale más? ¿la de un soldado o la de un civil?

Y ahí están las imágenes de esos jóvenes "soldados a la fuerza" empuñando un arma  que no saben manejar y la de esos otros soldados que lloran a unos muertos que no conocían y que les acompañarán toda la vida porque ahora ya son "sus muertos".

Y entre tanta barbarie el Derecho Internacional Humanitario  nos recuerda que el "Crimen" también tiene sus reglas.

 

Siempre ansiamos encontrar ese equilibrio entre "Tener" y "Ser".

TENER, nos hace sentir empoderados, alimenta nuestro insaciable ego que se va comiendo al "SER".

¡¡¡ Qué difícil apostar por algo!!!, decidir que injusticia es la más leve, la menos injusta.

Nos sobrecogen esos héroes, esas personas valientes que en busca de la paz lo dan todo por su patria, incluso su vida,  a costa de "No Ser" para que otros puedan "Tener" y van sembrando muertos que sustentan nuestra "Patria".

Pero también existen esos otros héroes que lo dejan todo, absolutamente todo y con las manos vacías emprenden un viaje, tal vez de no retorno, para poder "Ser" aún a costa de "No Tener".

Manolo García dice en una canción "Mi patria en mis zapatos", y es que a veces la vida nos aprieta ahí donde más nos duele y de pronto sentimos  el grito ahogado de nuestras convicciones que luchan bajo la losa de la realidad haciendo añicos nuestros valores.

Realmente, ¿¡"El fin justifica los medios"!?

Realmente, ¿¡ Se puede llegar a la paz empleando la guerra!?

Nadie sale ileso de una "Guerra". Por muy lejos que nos encontremos de ella todos salimos tocados, porque las guerras siempre remueven nuestros cimientos.